viernes, 20 de mayo de 2011

Razones para votar con la cabeza y con conciencia

Hoy escribo para decir porque creo que es importante votar, porque en estas elecciones nos jugamos mucho, nos jugamos decidir algo importante, más allá de ser unas teóricas primarias o primera vuelta de las elecciones generales de 2.012.

Porque en estas elecciones, no se vota a Zapatero o Rajoy, se vota a los alcaldes y se vota a los presidentes de comunidades autónomas, se vota a favor o en contra de la corrupción, el clientelismo, el despilfarro, la obra pública o los servicios sociales de base. Se vota un modelo u otro de gestión local o regional, que cada vez tienen transferidos más recursos, más impuestos y más capacidad de gasto. Y se vota también y sobre todo, que las manifestaciones del 15-M y todo el movimiento hagan un sistema electoral un poco más justo, se escoja a unos políticos más honrados y que escuchen la voz de las calles.

Pienso que sería un error un voto de castigo a toda costa a Zapatero y que gracias a ello alcaldes y presidentes corruptos y/o incompetentes no tuvieran que responder por su mala gestión, porque de eso se trata en estas elecciones. Sólo podemos decidir esto cada cuatro años, no dejemos que nos lo quiten. Ya habrá tiempo de hacer lo otro. Debemos decidir esto y elegir al candidato o el partido que creemos que hará mejor las cosas en función de lo que han dicho y hecho hasta ahora y, sobre todo, en función de sus acciones.

Yo opino, que sin pedir el voto por ningún partido, hay que pensar una cosa, votar y llevar a los partidos neoliberales de derechas, partidarios de las privatizaciones de los servicios públicos a los ayuntamientos y los Gobiernos autonómicos es un error.

La razón es que alguien que quiere privatizar a toda costa los servicios, no se esforzará lo más mínimo en gestionarlos bien, dejará que se caigan y se devalúen hasta el punto que el pueblo piense que lo mejor es que se privaticen.

Yo vivo en una ciudad, Badajoz, dónde la limpieza ha ido empeorando hasta llegar a ser una de las más sucias de este país y que todos, incluida la oposición, vieran con buenos ojos, que un ayuntamiento incapaz dejará la gestión a una empresa privada en una concesión poco transparente. Ahora se dedica, con sus medios de comunicación, a alabar las virtudes y las grandes obras que hace esa empresa, cuándo en realidad no ha mejorado sustancialmente, y sin llegar a preguntarse si era posible tanta teórica mejora, porque no se hizo sin privatizar. Y si no les vale este ejemplo, miren Canal 9, Telemadrid, o los estudiantes en barracones en Valencia, por decir sólo algunos casos.

Porque no nos engañemos y que no nos engañen, algunos basan su programa en la eliminación de gastos innecesarios (¿cuáles serán?) y en entregar la gestión de la cosa pública a empresas privadas y se creen que con eso van a poder bajar todos los impuestos y hacer todas las cosas que solucionen el futuro de la región.

No no engañemos porque el despilfarro en la administración y hablo porque la conozco por dentro, no es tan grande, aunque haya casos sangrantes que hay que atajar. Yo estimo que es en realidad sobre un 5%, no más.

En realidad si una empresa acabará o redujera el despilfarro no cobraría menos, sino que aumentará beneficios y reducirá el sueldo y las condiciones laborales de los trabajadores. Y después si no conseguía reducir más los costes, subiría el precio o el canon a pagar entre todos. Todos hemos visto como sube el agua, las tasas de basura o los precios de la luz cuándo se privatizaron las empresas eléctricas. Y es por un mejor servicio, no, es porque los empresarios cercanos al poder que las consiguen se forran.

Por eso yo creo que no debemos confiar en quién apuesta por privatizar lo de todos para que sea de uno sólo, que digan que hay que reducir sin decir de dónde ni los que usan la demagogia para ganar votos. Y no hay que olvidar, como dijo Barack Obama, que se puede hacer campaña con la esperanza o con el miedo, yo elijo la esperanza (y no a Aguirre, precisamente).

Y, por último, quiero hacer una reflexión: las comunidades autonómas tienen transferidos los servicios públicos de empleo y sus políticas, crean la mayoría del empleo público y dependen de ellos los servicios sociales, ¿de verdad debemos creernos a los presidentes autonómicos que dicen que no pueden hacer nada contra el paro ni tienen la culpa de nada? Yo creo que si realmente ni valen para nada ni tienen ninguna capacidad de decisión están sobrando.

Por eso yo creo que hay que votar, para hacer de este un país mejor. Yo esté domingo, votaré con cabeza, sin que me engañen, y conforme a mi conciencia de que es lo mejor para todos. Os recomiendo que hagáis lo mismo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Europa y el miedo

El pánico cunde en Europa. Y no sólo bursátil, que ya sabemos que ese cunde al momento por la más mínima causa. Italia expulsa a cajas destampladas, Francia cierra fronteras y toda Europa tiembla. El motivo, la llegada de 25.000 inmigrantes tunecinos huidos de su país, a una población de 300 millones de habitantes. Una inmigración descontrolada e inabarcable para los países europeos.

Mientras, sin embargo, Túnez ha acogido medio millón de inmigrantes libios sin protestar, atendiendo a motivos humanitarios, unos motivos que para Europa sólo existen en el papel pero en realidad sólo es una región del mundo que tiene miedo, miedo a todo y de todos.

Y la última, Dinamarca anuncia el cierre de fronteras, lo que a la postre podría significar el final de Schengen, o lo que es lo mismo la libre circulación de personas, mercancías y capitales (bueno, de capitales no, esos que sigan circulando sin control, que tienen más derechos que las personas). Y todo, por unas cuantas pateras que han desembarcado a casi 3.000 kilómetros de sus costas.

Así, esta es la única reacción, tan poco edificante del comportamiento europeo respecto de las revueltas del mundo árabe. Cuándo pronosticaban un éxodo e inmigración masiva se equivocaron pues en un entorno de 100 millones de personas habitando los países de las revoluciones del jazmín, sólo una ínfima parte ha emigrado. Pero como la profecía autocumplida, se empeñaron en crear una crisis dónde no la hay, en lo que es experta la ultraderecha.

Europa, una vez más vive a expensas de los ultras, que son decisivos y hacen retroceder, paralizar la Unión o hacerle adoptar políticas contra sus principios cada vez que en un país una opción radical de derechas consigue un buen resultado. Así Europa queda secuestrada una y otra vez por los ultras de Polonia, Dinamarca, Finlandia, Chequia, etc.

Y, mientras, con unos líderes cada vez menos europeístas y populistas en el peor sentido de la palabra, como Berlusconi, Sarkozy y una Merkel empeñada en que la política europea esté a expensas del discurso que necesita para vencer en la próxima elección local que tenga (aunque después casi siempre pierda), Europa se desangra en poder y prestigio.

Esta política antieuropea de la UE ha sido extendida y se ha consolidado tras el masivo triunfo de la derecha en las últimas elecciones europeas, unos conservadores rehenes en su programa de la extrema derecha, que ha consolidado sus ideas políticas dominantes y económicas. Además, dado que parece que las políticas nos las imponen desde Europa, habría que mirar que vamos a hacer en las próximas elecciones europeas.

Europa se está volviendo mezquina y renegando de lo mejor de la Unión, su peso en el mundo desciende porque es menos Europa. Y la verdad, si sigue por este camino, conseguirá que cada vez nos importe menos su pérdida de poder y de importancia de su opinión en el mundo.

Conmigo ya lo están consiguiendo, y no creo que sea el único.

lunes, 16 de mayo de 2011

Manifestación 15-M. ¡Democracia real Ya!

La manifestación de ayer, el 15-M, promovido por ¡Democracia Real Ya! y otras asociaciones, que sorprendió a varios medios de comunicación, es un movimiento de indignación y rebeldía de los ciudadanos ante la presión social por hacer unas reformas para contentar a los mercados y que parecen que no están teniendo los efectos deseados.

Es un acto de rebeldía ante aquellos que, por contemporizar o contentar a los mercados, están tomando unas medidas de los que salen ilesos los poderosos y sufren las clases medias o bajas. De gente que está harta de que aquellos que provocaron la crisis sean los mayores beneficiarios de ella. De gente que no está contenta como actúan muchos de sus representantes y de gente que quiere un combate y una salida desde una perspectiva más social a la crisis. De que hay otros caminos.

En definitiva, gente que no se contenta en comentarlo en el bar, en Internet o despotricar contra los políticos, los banqueros o quién sea. Gente que hace algo más que quejarse y que actúa, que lucha por sus derechos y la sociedad en la que cree y que de todo lo que está pasando no creen que lo más grave sea no poder pisar a fondo el acelerador, fumarse un pitillo o descargarse películas. Gente que merece nuestro respeto y admiración.

Además, con esto se comprueba quién dice las cosas de verdad y quién las dice por hacer demagogia barata, quién hace la crítica fácil y quién decide hacer algo para cambiar el sistema.

Todos debemos estar con la causa, una causa sin siglas ni banderas. Y en estas elecciones, votar en consecuencia a las opciones que creamos que mejor nos representan y no a las que representan al capital.

lunes, 9 de mayo de 2011

viernes, 6 de mayo de 2011

El sondeo del CIS preelectoral y el hundimiento (aún sólo previsto) del PSOE

El reciente sondeo del CIS ha sido un tremendo jarro de agua fría en las aspiraciones socialistas. La gran sorpresa ha venido de que los socialistas podrían perder Castilla La Mancha y, sobre todo, Extremadura. Sorprende que en una región con una buena valoración del líder, con más interés en el voto en los temas regionales y con una clara tendencia del electorado a la izquierda, el PP pueda conseguir las elecciones.

Lo irónico del caso es que el PSOE puede perder el Gobierno en ambos casos por el elevado listón para entrar en el Parlamento Autonómico, ya que en ambos casos está a un escaño del PP y en Castilla La Mancha, IU no obtiene representación con el 4'4%. Curiosamente, el PSOE se vería muy perjudicado por no modificar la Ley Electoral.

De hecho, el PSOE sólo conseguiría gobernar, sin mayoría, en Aragón, estando Asturias en el alero.

Mientras tanto, en Madrid y la Comunidad Valenciana, demuestran una teoría que se cumple pero tiene difícil explicación. En el PP, a mayor nivel de corrupción y malas prácticas, más votos. Suben como la espuma tanto Aguirre como Camps, mostrando que el efecto Gürtel sobre el PP, al menos a nivel regional, no sólo no existe, sino que es hasta un revulsivo. Por no hablar del caso Palma Arena y la vuelta del PP a Baleares.

Junto a esto, el dato más llamativo de la encuesta es que allí dónde el PSOE es oposición, el descalabro es aún mayor. Junto a Madrid y Valencia, tanto Castilla-León como La Rioja y especialmente Murcia la victoria popular es arrolladora, incluso apabullante.

El PSOE demuestra una debilidad y una incapacidad de reacción allí dónde pierde, que le resulta casi imposible remontar y ni siquiera mantener o reducir la distancia, lo cuál es muy preocupante para el futuro visto como pueden acabar estas elecciones. Parece como si los ciudadanos de regiones gobernadas por el PP fueran de repente acríticos con las actuaciones del Gobierno.

Destaca sobremanera el caso de Ceuta y Melilla, dónde partiendo de un nivel muy bajo, un alto porcentaje de los votantes del PSOE ven con buenos ojos al PP, mejores que su propio partido, lo que le puede llevar a su mínimo histórico.

Por tanto, hay territorios que el PSOE tiene o parece tener, definitivamente perdidos.

Sin embargo, desde esta encuesta ha cambiado la situación, tras la marcha de Zapatero y puede que el PSOE recupere algo de terreno perdido, pero cualquier error puede profundizar la herida, y el Partido Socialista no le cuesta mucho cometerlos, como por ejemplo, impugnar la práctica totalidad de oposiciones de maestros (un colectivo muy sensible e históricamente con voto a la izquierda) a falta de quince días para las elecciones, no puede ayudar mucho a remontar.

El PP, sin embargo, con su estrategia de "cuánto peor, mejor" le va de fábula: mientras peor vaya España -aunque sus autonomías sea dónde más sube el paro-, mejor les irá a ellos, y cuánto peor lo hagan, más votos obtendrán.

No obstante, las encuestas a veces se equivocan y hay lugares dónde está todo muy reñido, así que: hay partido.