domingo, 27 de marzo de 2011

La intervención militar en Libia: razones y diferencias con Irak

Tras el debate suscitado a raíz de la intervención española e internacional en Libia de la que hay tanto partidarios como detractores, voy a expresar mi sincera opinión, aún a riesgo de equivocarme.

En primer lugar, debo felicitar a la ONU por haber hecho, por una vez y sin que sirva de precedente lo correcto: su resolución 1.973 era justo lo que se esperaba de ella, una resolución medida y oportuna a la altura de las circunstancias, y aunque tardando más de lo necesario, llego a tiempo.

Respecto a la intervención aún entendiendo que haya gente que no le guste la intervención en este o en ninguna guerra, sobre todo sospechando de las intenciones debido a los ingentes recursos naturales de Libia, y que no se conoce bien a la oposición, debo discrepar de ellos.

Las razones para apoyar la intervención en Libia y paralelamente las diferencias con Irak son las siguientes:

1) La entrada se produce con el respaldo de una resolución de la ONU, que si bien es interpretable, se puede interpretar como un visto bueno a una intervención limitada sobre el terreno. En Irak no hubo ninguna resolución favorable.

2) La intervención militar, o si quieren llamarlo, guerra, se produce en una guerra ya preexistente, es decir, ya había guerra, intervenga la comunidad internacional o no, mientras que en Irak se creó una guerra dónde sólo había un régimen despótico.

3) En Libia se ha atacado cuándo y con el motivo de la represión brutal de Gaddafi a su propio pueblo y en Irak no se ataco cuando Sadam gaseó a los kurdos ni se apoyo a la oposición cuándo estaba apunto de derribarle, sino que se espero exclusivamente al momento que convenía a Estados Unidos.

4) La guerra de Irak fue una guerra de invasión y después se demostró que lo único que importaba era el petróleo, en Libia eso aún esta por demostrar. La guerra de Irak fue una invasión de tropas terrestres, en Libia es ataque aéreo, más similar a la intervención en Bosnia que a esa guerra o la de Afganistán. La voluntad de ocupación se demostró cuándo se colocaron banderas de Estados Unidos cuándo supuestamente lo que se le daba era democracia a los irakís.
Mientras, en Libia está sirviendo para evitar un baños de sangre anunciado por Gaddafi ante el que la comunidad internacional no puede hacer oídos sordos.

Estas yo creo que son las razones de la intervención en Libia están justificadas al contrario que en Irak.

Finalmente, si hemos criticado duramente que no hubiera intervención ante las masacres y genocidios en Birmania, Ruanda y en tantos otros lugares del mundo, no podemos oponernos cuándo se interviene en una situación como en Libia. No al menos, hasta que se demuestre que los objetivos no se ajustan a la resolución de Naciones Unidas.

lunes, 14 de marzo de 2011

Solidaridad con las víctimas del terremoto en Japón

En el día de hoy, a la vista de que según pasa el tiempo en lugar de normalizarse la situación es a cada momento peor, quería hacer un post solidarizándome con el pueblo japonés.

Japón es un país maravilloso del que sus habitantes pueden sentirse orgulloso. Construido en un lugar inhóspito, con frecuentes terremotos, en unas islas que cada vez se hacen más pequeñas para su población y con unas tierras agrícolas poco productivas ha sabido sobreponerse a toda esa adversidad y crear un país de gente próspera, permanentemente a la vanguardia tecnológica, llegando a ser durante décadas la segunda economía mundial, con una situación permanente de casi pleno empleo y una de las esperanzas de vida más altas de planeta.

Pese a estar preparado para las más variadas catastrófes, la llegada de un terremoto de 9,0 en la escala de Richter, el cuatro mayor desde que se registran datos y el mayor en Japón que se tiene noticia, no se puede estar preparado. Todo esto añadido al devastador tsunami, ha hecho un cóctel explosivo. Los daños humanos y materiales son incalculables.

A los japoneses se les han juntado todas las catastrófes inimaginables: un terremoto de los mayores de la historia, un tsunami devastador, incendios en edificios, explosiones en las centrales nucleares e incluso un volcán que se pone en erupción. Pero esta serie de catastróficas desgracias que hubiera hundido a cualquier país, no ha podido con Japón que resiste heroicamente la adversidad.

Sólo deseo que Japón recupere lo antes posible la normalidad y que no se produzcan más daños consecuencia de las centrales nucleares en la zona.

Confío en que los japoneses, un pueblo heroico, que ha soportado tantas calamidades en su historia se levante pronto y vayamos de la mano hacia un futuro mejor.

Por eso desde aquí expreso mi solidaridad y mi apoyo a las víctimas de este terremoto de consecuencias incalculables y devastadoras y mi profunda admiración.