miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mas de cien mentiras

El 11 de septiembre de 2.012 hubo una manifestación masiva en la Diada a favor de la independencia de Catalunya. Ese hecho ha marcado un antes y un después en la política catalana. Escudándose en lo masivo de la manifestación, el President, Artur Mas, afirmo "el pueblo ha hablado", y empezo un camino de incierto final pasando por una reunión exprés para verificar que no se entienden con el Gobierno, para convocar elecciones para ratificar la voluntad del pueblo catalán.
 
Esta muy bien, y yo lo apoyo, que un gobernante escuche las demandas del pueblo, pero la gran pregunta es ¿por qué escucharle cuando pide un Estado propio, y no cuando pide un Estado del Bienestar digno de tal nombre? ¿Por qué no se escucha a los que claman contra los recortes o contra el descuartizamiento y venta al mejor postor de la sanidad catalana?
 
Justifica sus decisiones por un presunto expolio del resto del país y no en una política de ajuste social y recortes a los más desfavorecidos que no tiene nada que envidiar al gobierno nacional, ni flagrantes casos de corrupción que han mermado las arcas locales.
 
Si realmente tan incómodo esta con España, ¿cómo es que toma las mismas decisiones? Si no está de acuerdo con el Gobierno ¿por qué apoya sus medidas?
 
Cierto es que el Gobierno del Partido Popular, en este año, ha tenido desmanes en todos los ámbitos y el del asimilacionismo y la españolización de todas las regiones no es un ámbito aparte. Pero recordemos, y si no se lo recuerdo, señor Mas, que su partido Convergència i Unió apoyo increíblemente el decreto que permitia la supresión de las autonomías que no cumplieran los planes del déficit. Y si que es verdad que los medios de derechas "la caverna" es la mayor fábrica de independentistas pero el nacionalismo catalán, cuando desprecia al resto de España, singularmente Extremadura y Andalucía (a saber que habremos hecho nosotros), son una espléndida fábrica de anticatalanistas.
 
Creo firmemente que Mas utiliza la independencia como una cortina de humo, y no cree realmente en ella, simplemente la usa para desviar la atención de su nefasta gestión en todos los ámbitos. Es Más, creo que si ganase con la mayoría por él requerida no llegaría al final, puesto que ni siquiera se atreve a hablar de independencia.

Tampoco habla seriamente sobre los costes y beneficios de la independencia. Solo cuenta los potenciales beneficios pero no habla de la dificultad de acceso a los mercados exteriores; el coste económico de crear un Estado propio, como creación de un Ejército, creación de estructuras políticas y administrativas, abrir embajadas por todo el mundo, etc.

Ni de otros problemas como el hecho de que las empresas catalanas ahora mismo pagan sus impuestos en Catalunya por todo lo que venden en España (Seguridad Social, retenciones de impuestos, Impuesto de Sociedades, IVA, etc) y ahora todo lo que vendiesen en el resto de España deberían quedarse el 100% de los impuestos en España, con la pérdida de recaudación fiscal que supondría (sólo unos cuantos miles de millones de euros). El único beneficio tangible se ve en que se destinaría menos dinero a la solidaridad con otros territorios, que no es otra cosa que solidaridad con los ciudadanos que menos tienen. Y un Estado que nace como consecuencia de reducir la solidaridad no es una buena noticia.
 
Y después de todo ¿independencia para qué? Para construir un nuevo futuro, un Estado del Bienestar que ayude a sus ciudadanos y una fuente de inspiración o progreso para el resto de europeos o, al menos, sur europeos. O para seguir al dictado las órdenes de Bruselas y continuar con una política de ajuste perpetuo que lleva a catalanes, españoles y europeos a la ruina. La primera es la opción de la mayoría de los catalanes  que quieren la independencia, la segunda es del gobierno de CiU y las élites extractivas catalanas.
 
Mas hace de un sentimiento noble, el de pertenencia a un pueblo, un uso ventajista y manipulador. Su fin último es asegurarse una reelección como héroe de una patria por crear y no de una autonomía en crisis o una Generalitat en descomposición.

Mas en definitiva miente con la aspiración de independencia, puesto que CiU estuvo 23 años sin querer la independencia y ahora no se atreve a nombrarla, miente con lo de una nueva sociedad del bienestar puesto que si no lo busca como presidente autonómico no hay razón para creer que lo hará como presidente de un país, y miente sobre sus verdaderas intenciones con estas elecciones porque las fuerzas independentistas ya son mayoría en el Parlament.

Pide un voto de confianza. Los catalanes ya se lo dieron hace dos años, y después de haber firmado ante notario no pactar con el PP han tomado las decisiones de la mano. Mas ha demostrado reiteradamente que su palabra y su firma no vale ni el papel en el que esta impresa. No cométais el mismo error.