lunes, 7 de mayo de 2012

Hollande derrota la austeridad

La France c'est de retour a l'Europe. Francia esta de vuelta a casa, a Europa. Las elecciones del pasado domingo anticipo un cambio histórico en la República Francesa. Una República dónde todo el arco parlamentario está orgulloso de su Estado del Bienestar, de la excepción cultural, de la laicidad y de los valores republicanos.

François Hollande, ha pasado de ser un candidato obviado por los medios y los líderes europeos, a ser el Presidente de la República, de un politico sin proyección a ser el hombre que puede cambiar el destino de Europa.

Ayer, los que hacen apología de la austeridad sangrante, como los políticos que se la imponen a otras naciones, la de Merkel, el BCE, el FMI y los neoconservadores, sufrió una gran derrota. La crisis se ha cargado nuevamente una pieza de caza mayor.

Sarkozy se presento hace cinco años prometiendo Una República Irrerochable y Trabajar Más para Ganar Más. En las dos ha fallado. 

Ha convertido a la República en un vodevil, ha roto con la liturgia de las instituciones que aman los franceses, y ha convertido su vida privada en un espectáculo bochornoso en un país dónde no quieren mirar a los políticos por lo que hacen en su casa. Esto los franceses más tradicionales y conservadores no pueden perdonárselo. 

Ha empeorado la calidad de vida de los franceses y durante este quinquenio ha conseguido que ahora los franceses trabajen más y ganan menos, lo cuál puede considerarse una estafa en toda regla.

Hollande, ha conseguido proclamarse el justo vencedor de las elecciones y no sólo por las inmensa debilidad y contradicciones de su oponente sino que lo ha conseguido con un arma que parecía olvidada: un programa electoral. Un programa netamente de izquierdas, que ha conseguido convencer a todo su partido y ha hecho que el Frente de Izquierdas y los ecologistas lo apoyen sin reservas en la segunda vuelta. Nadie que se considere de izquierdas podría sino suscribirlo, de la primera a la última propuesta.

Y, sobre todo, devuelve la ilusión pérdida, frena la sangría de una izquierda en descomposición que empezo ayer a resurgir con fuerza y se posiciona con una política económica de preservación del Estado del Bienestar, e incluso de mejora, de perseguir la especulación y, sobre todo, una política keynesiana que nos ayude a salir de la crisis, no que no nos hunda aún más.

François Hollande es la gran esperanza de las fuerzas de progreso y las recetas contra la austeridad en Europa. Es la gran esperanza de la izquierda, la mayor que ha tenido desde que un joven afroamericano llegará a la Casa Blanca. Con un programa como el suyo y con unos votantes como los que tienen, Europa puede soñar con el fin de la pesadilla neoliberal y con volver a sus raíces. ¡Gracias François!

P.D. En Francia muchos se escandalizan porque sólo se reponen un 50% de las vacantes de empleados públicos. En España esta entre el 0 y el 10% y muchos siguen diciendo que sobran funcionarios. Da que pensar.