domingo, 7 de junio de 2015

Las elecciones del cambio

En las pasadas elecciones de 24 de mayo de 2015, se ha producido un vuelco en las instituciones cambiando el panorama político de este país. Una mayoría social partidaria del cambio, disconforme con la situación actual y que no cree en la recuperación económica, ha aparecido. Y sin embargo, ningún partido puede proclamarse vencedor absoluto de las elecciones y a la vez se producen resultados bastante paradójicos.

Estas elecciones, han acabado con el régimen de partido único imperante en España desde 2011. El azul del Partido Popular y su mayoría absoluta incontestable por todo el territorio se ha difuminado, ahora España es un país un poco más plurar y multicolor. El pueblo español ha empezado a castigar la corrupción y votar por la decencia, por aquellos que luchan junto a ellos les representen en las instituciones.

Las grandes triunfadoras de la noche, son las candidaturas ciudadanas de unidad popular, una especie de partido no partido, algo ininteligible para muchos, y la apuesta de Pablo Iglesias y muchos de IU (no de su dirección) a las elecciones, representadas fantásticamente en Ada Colau y Manuela Carmena. En las grandes ciudades han aglutinado el voto del cambio, consiguiendo un apoyo histórico y creando una nueva forma de partido político sin serlo y cambiando los esquemas de la gestión municipal, posibilitando un nuevo gobierno en las grandes ciudades.

Sin embargo, el bipartidismo no se ha acabado aún, los que llevan tanto tiempo cantando su final tienen que esperar un poco más, sin embargo, si sale muy debilitado de estas elecciones, pero aún vivo. PP y PSOE siguen siendo los más votados, aunque pierden muchos votos, no tantos como merecen. El cambio es lento pero irremisible. Se acabará, pero aún no se ha acabado. Sin embargo, aparecen dos nuevos partidos a escala nacional, Podemos y Ciudadanos, que harán que a falta de mayorías absolutas los designios de España ya no se decidan en Bilbao, Barcelona y capitales periféricas, si no de acuerdo a los intereses nacionales.
Una de las anécdotas de la noche es que en dos organismos (pre)históricos y por los que se ha clamado por su desaparición y que eran refugio de viejas glorias del bipartidismo, entran nuevos partidos que precisamente proponían su abolición. El Senado y las Diputaciones Provinciales recibirán a Podemos y Ciudadanos.

Las ganas de cambio han aparecido, pero huyendo de los grandes partidos, y en algunos sitios incluso de los nuevos. Pese a que se ha votado cambio con Podemos, han votado (re)cambio con Ciudadanos y en algunos sitios incluso han votado cambio con el PSOE, lo esencial es que allí dónde había una candidatura que no fuera ninguna de ellas, ha triunfado: éxito del PRC de Revilla, de Compromís, de las candidaturas ciudadanas, de las Mareas e incluso de la CUP.

Sin embargo, los que aspiramos a hacer de este un país mejor, tenemos que lamentarnos porque ha faltado muy poco, pero al final no será posible que tengamos tres presidentes de los que sentirnos orgullosos: Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid, Mónica Oltra en la Comunidad Valenciana y Pablo Echenique en Aragón. Ha faltado realmente poco, pero no ha podido ser. Unos cuantos miles de votos les han separado y nos han separado de unos 4 años un poquito mejores.
 
Vamos a analizarlos ahora los resultados, como diría el Cholo, partido a partido:

-El Partido Popular, pese al triste consuelo de ser el partido más votado a nivel general y en casi todas las autonomías, que se repiten a sí mismos una y otra vez, es el gran derrotado de la noche. Una derrota sin paliativos, si los analizamos al detalle: ha perdido mayoría absoluta en las 9 comunidades autónomas que la tenía, puede perder hasta 6 comunidades autónomas y la mayoría de las grandes ciudades. Pierden aquellas que no habían perdido nunca, siendo las grandes derrotadas de la noche Esperanza Aguirre, Rita Barberá y Cospedal. Además pierden territorios importantísimos para ellos, como Valencia (comunidad y ayuntamiento), el gobierno de la capital de España, Castilla La Mancha y sus perpetuas mayorías absolutas en Castilla y León y Murcia. Incluso, aquellos que se habían distanciado como el PP de Extremadura, sacan unos resultados catastróficos.
El PP, como afirma, ha sido el primer partido, pero ha sido por la división de sus adversarios, de la izquierda más concretamente, y el voto de por mí o contra mí, lo cuál puede impedirle pactar con nadie. Curiosamente, pese a ser el primer partido en casi todos sitios, no puede retener el poder por su enfrentamiento con todos y contra todos, lo que ha hecho que llegue incluso a plantearse la dimisión del presidente de Castilla y León y la repetición de elecciones en Murcia, pese a quedarse al borde de la mayoría absoluta.

-Podemos gana en las grandes ciudades dónde no se presenta pero pierde en las autonomías dónde sí. La paradójico es que Podemos pudo salir como triunfador de la noche sin conseguir ningún gobierno con su marca. Las candidaturas autónomicas de Podemos consiguen un resultado bueno, aunque no tanto como se esperaba y son la 3ª fuerza en casi todas las autonomías. Increíble hace un año, pero menos de lo esperado hace unos meses. Y, sin embargo, en las ciudades dónde no se presentaba con su marca, consigue un resultado inimaginable, el triunfo de la confluencia con otras fuerzas políticas y sociales, que le puede llevar a gobernar a las candidaturas apoyadas por Podemos en Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña, Cádiz y tantos otros sitios más.

-Ciudadanos obtiene un resultado más que notable, entra en casi todos los parlamentos, en algunos con fuerza y consigue ser la tercera fuerza a nivel municipal, aunque curiosamente su éxito ha estado en las autonómicas. Con unas candidaturas municipales echas de retales de UPyD y de fuerzas de todo tipo de pelaje, han conseguido presentarse en casi 1.000 municipios y tener unos grandes resultados por la fuerza del partido a nivel nacional y de su líder, Albert Rivera, increíbles si se tiene en cuenta que muchos de sus votantes ni conocían al candidato municipal, ni muchas veces al autonómico, ni tenían muy claro que proponía. Pero a nivel autonómico no serán tan decisivos como creían, sobre todo en el ayuntamiento de Madrid y en la Comunidad Valenciana, los dos bastiones sobre los que se movían las elecciones. Paradójicamente les puede venir muy bien porque les evitará contaminarse de pactos con los adalides de la corrupción, la Comunidad Valenciana y el Madrid de Esperanza Aguirre y no se retratarán tanto como hubiera podido ser como muleta del PP.

-El PSOE, pese a su gran caída y ser absolutamente incapaz de superar al PP por muy mal que esté, y quedarse con la espinita de otra vez no poder ser primera fuerza, ha sido el triunfador de la noche a medias. Si cae mucho, en las grandes ciudades aún más, especialmente en Barcelona pero no sólo y en muchas ya no es ni la alternativa de gobierno, y sus votantes también han huido pero ha conseguido retener a los suficientes y por casualidades del destino, ha acabado como el mejor posicionado para recuperar mucho poder institucional. Se ha convertido en la primera fuerza en Extremadura (arrasando en la provincia de Badajoz), se ha mantenido como la primera en Asturias y encabeza la alternativa de gobierno en la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Baleares y Aragón, e incluso puede recuperar grandes ciudades, sobre todo en el sur.

-Izquierda Unida se pega un batacazo, no diré sin precedentes porque ya están acostumbrados, pero si terrible, especialmente si vemos como eran sus expectativas hace año y medio. IU paga todos sus errores: la insuficiente firmeza con sus corruptos (caso sangrante el de Bankia y todo lo que le rodea), la enorme división interna, con federaciones partidas en dos o en tres, que desemboca una vez más en la división de la izquierda, Podemos que ha recogido la mayoría de su voto y, por último, una ley electoral que ha tirado a la basura su 4 y pico % en algunos territorios. A nivel municipal baja también y es superada por Ciudadanos, tiene el pequeño consuelo de haber apoyado a las grandes triunfadoras de la noche, Ada Colau y Manuela Carmena. Pero una derrota sin paliativos que le borra del mapa autonómico. Y todo, pese a que la gente está dispuesta a votar a cualquier cosa que se parezca a IU mientras no ponga en la papeleta Izquierda Unida.

-Pero sin duda, la gran derrotada de la noche es UPyD y Rosa Díez, que desaparecen políticamente del mapa. Sus resultados no auguran nada bueno para las generales y siguen avanzando con paso firme a la desaparición  tras ser fagocitador por Ciudadanos. Veremos si logran cambiar el rumbo, aunque me temo que ya es demasiado tarde.

De cara a las elecciones generales de noviembre, lo importante es cómo gestionen los resultados de estas elecciones. 

El PP, verá si su capacidad de pactos es tan nula cómo se prevee o consiguen mantener algunos gobiernos con la ayuda inestimable de Ciudadanos. También habrá que ver si hay cambios, aunque estimo que Mariano Rajoy seguirá en su habitual estado inane y no cambiará excepto a los que se vayan hartos de su pasotismo y fiará todo a una recuperación tan cuestionable como desigual. También puede jugar la estrategia de dejarle gobernar a la oposición y esperar la catástrofe y que se queme.

El futuro de Ciudadanos dependerá de los pactos  que haga y si facilita gobiernos autonómicos y de grandes ciudades, si apoya sólo al PP o también al PSOE, y sobre todo de lo que consiga de ellos. Para ellos es de agradecer que no puedan pactar con el PP valenciano o con Espe.

El de Podemos se juega singularmente en Madrid y Barcelona, lo que hagan Carmena y Colau de aquí a las elecciones, especialmente en sus primeros 100 días, que articulen una nueva forma de gobernar que sea vista como viable y lo que pase en otras ciudades dónde las candidaturas de confluencia puedan gobernar. Pero también de la digestión de los previsibles pactos con el PSOE, lo que hagan esos gobiernos y hasta que punto consigan el giro de 180º, como condición para gobernar.

El PSOE, fortalecido tras los resultados, necesita recuperar gobiernos y demostrar que no es lo mismo que el PP y que es la verdadera alternativa para liderar el cambio. Tendrá que decidir si prefiere pactar con Podemos o Ciudadanos, lo que enviará una señal al electorado. Y, sobre todo, evitar pactar en ningún sitio con el PP ya que les dejaría heridos de muerte.

P.D. Hace 84 años una coalición republicano-socialista triunfó en las grandes ciudades e inesperadamente acabo con el régimen del turnismo y con una monarquía corrupta y abrió paso a uno de los períodos más esperanzadores de la historia de España, trágicamente truncado. ¿Se repetirá la historia?

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