martes, 18 de noviembre de 2008

YES WE CAN!!!! YES WE DID! El cambio ha llegado a América

El día 4 de Noviembre de 2.008 será recordado como un hito en la historia mundial y, sobre todo, en los Estados Unidos de América.

Ha sucedido algo histórico: por primera vez, un negro, un afroamericano, un ciudadano de color, Barack Hussein Obama ha sido elegido Presidente de los Estados Unidos. Y lo ha hecho con un mensaje que busca la unidad, entre partidos, entre razas y entre religiones.

La grandeza de Barack Obama radica en el hecho de haber sido proclamado Presidente en una nación que ha sido y sigue siendo racista, en haber cumplido el sueño de millones de afroamericanos, en definitiva, haber hecho lo imposible, inevitable.

Desde los remotos campos de Iowa, el pasaje menos turístico de EE.UU., dónde la gente vive de cultivar maíz transgénico subvencionado, va de casa al centro comercial y vuelta y la mayor diversión es ir a cenar a un hotel, Barack Obama, comenzó una campaña en la que el 3 de enero consiguió una victoria histórica que le situo de desconocido en aspirante a presidente. Durante los siguientes 10 meses pasaron muchas cosas pero destaco su victoria ante Hillary Clinton, una dignísima rival con una maquinaria electoral y red de apoyos casi invencible que le llevo a la Convención Demócrata de Denver, dónde fue elegido candidato demócrata a la Casa Blanca.

Y así empezó una campaña electoral que se puede definir con una palabra: perfecta. Ha sorteado todos los obstáculos, todas las trampas, ha salido de todo con una increíble elegancia y ha llevado un mensaje de esperanza que ha recorrido toda América y sobre todo lo más increíble ha sido que su mensaje, sus mitines no han perdido ese halo de magia en 10 largos meses de campaña. En definitiva, una campaña que será referencia en todos los manuales de política y de marketing.

Obama ha conseguido ganarse el corazón de América, incluso de esa América profunda que se demuestra siempre tan republicana. Ni que decir tiene su aplastante victoria en las ciudades, como demuestra el hecho de que los republicanos sólo han ganado en un gran estado, Texas.
El gran mérito de Obama ha sido llevar a la política como si la vida le fuera en ello a gente que normalmente pasa de votar: jóvenes, fundamentalmente universitarios y afroamericanos, dónde ha conseguido un 96% de los votos. Obama ha llevado al partido demócrata a ganar entre los hispanos, las clases medias y los independientes e incluso en varios Estados de tradición conservadora. Obama ha sido un justo vencedor y nunca ha utilizado como sus rivales la simple aritmética parlamentaria, ha peleado por cada voto y no sólo en los estados decisivos, sino en todos.

La grandeza de Obama, además de sus muchas cualidades radica en que es la gran esperanza mundial, el primer candidato verdaderamente global, ya que era el preferido en Europa, en Oriente Medio, desde luego en África y prácticamente en todo el globo. La victoria de Obama represento una de las pocas veces que el mundo entero está feliz y vuelve la esperanza a millones de hogares en todo el planeta.

Obama se enfrenta a muchos retos, innumerables, quizás más de lo que se haya enfrentado antes ningún otro político, pero desde luego ahora mismo tiene todos los apoyos que pueda desear. No en vano, en la capital, Washington D.C., ha obtenido el 93% de los votos.
De hecho todo lo que ponga es poco porque no hay palabras para describir el cambio que representa Obama con el que los americanos ha dicho adiós a la era Bush y cuándo estaba en su peor momento el imperio se ha reinventado a sí mismo. Sólo me queda desde aquí desearle:

¡Mucha suerte Barack!
God Bless to America. In Obama We Trust.

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