sábado, 19 de diciembre de 2015

Las elecciones más decisivas



Este domingo hay unas elecciones generales que pueden cambiar definitivamente el panorama de este país, que pueden confirmar que el bipartidismo sigue fuerte o que pueden provocar un vuelco definitivo en este país. Estas elecciones no nos jugamos 4 años, nos jugamos el futuro. Aunque puede parecer grandilocuente, es la realidad.

Nos jugamos que el 15-M tenga traslación en las urnas, el mantener un Parlamento muy parecido al anterior, con un predominio del bipartidismo y un rodillo bis o hacer un Congreso que se parezca un poco más al país que quiere representar. Nos jugamos que la España oficial se parezca a la España real, que los ciudadanos indefensos ante las eléctricas, telefónicas, petroleras y bancos que imponen sus precios y condiciones tengan a alguien que les defienda o que tenga a alguien que defienda a quienes crean empleo, aunque sea en condiciones indignas y sin derechos. Nos jugamos el tener un país integrado y que luche por aquellos que no tienen voz o el seguir teniendo barrios que no nos atrevemos a mirar o a pasar. Nos jugamos el tener que seguir mirando para otro lado cuando nos piden ayuda o que esa gente tenga derechos. Que los policías defiendan o persigan a los ciudadanos. Que tengamos derechos o que estos sean considerados privilegios.

No podemos esperar que la situación mejore con el Partido Popular porque ya nos han demostrado su falta de sensibilidad con los problemas de la gente. Su única política social es el empleo, aunque sea mal pagado, con lo que derivan la responsabilidad hacia la gente pobre, a los deshauciados y a los que no encuentran trabajo o no encuentran trabajo decente. Además, ya nos han demostrado que es un partido gangrenado por la corrupción y el ecosistema perfecto para aquel que quiera medrar en política, sin importarle la política.

De Ciudadanos, en principio parecía una opción viable, y valoro mucho su defensa de España en Catalunya, sobre todo por aquellos que como yo estamos hartos de que se nos ataque a extremeños, que por cierto, ¡¡¡no tenemos AVE!!! ni lo vamos a tener por mucho que se quejen de nuestras supuestas magníficas comunicaciones, y andaluces. Pero, sin embargo, veo que se ha llenado de arribistas, de gente de UPyD que le gustaba más el cargo que las ideas y de miembros del PP con más miedo a perder su tren de vida que sus principios. Además sus propuestas trasladan la carga fiscal de los de arriba a los de abajo. No olvidemos que financiarán el complemento salarial, es decir, subvenciones a empresas, y la bajada del IRPF para los mayores contribuyentes con subidas del IVA a los alimentos más básicos. No es la solución, sino otro ataque a la clase media trabajadora.

Del PSOE poco que decir. Intentaron renovarse pero la renovación ha sido mínima, las rectificaciones incompletas y los cambios casi inapreciables. No es lo peor que le puede pasar a este país, pero tienen mucho que demostrar y no queda claro cómo se van a comportar en adelante. Es el gran interrogante.

Unidad Popular-Izquierda Unida ha conseguido cambiar muchas cosas de su estructura, pero su renovación, como la del PSOE, llego demasiado tarde, el gobernar obedeciendo, el 15-M, todo lo cogieron tarde. Tienen razón en criticar el adanismo del 15-M, ellos ya estaban allí defendiendo a los trabajadores mucho antes, pero no supieron adaptarse a los tiempos, aprovechar cuando la razón les asistía y no supieron moverse como la situación pedía. Tenían demasiados intereses comprometidos y tienen mucha gente dentro que se  resiste a adaptarse a los tiempos. Les ha faltado ambición, se han conformado mucho tiempo con ser el Pepito Grillo del Congreso. Y si los Pepito Grillo son imprescindibles, con un gobierno tan corrupto como el que tenemos, no se puede conseguir mucho. Sin embargo, su voz en el Congreso sigue siendo imprescindible y sería una gran pérdida para la democracia que no estuvieran.

Hablaré de UPyD, el antiguo partido de Rosa Díez. Tienen razón cuando dicen que no se les hace caso, que no se les da voz, pero Andrés Herzog tiene más razón cuando dice que se le omite que cuando habla. UPyD ha sido un partido por un lado muy cerrado, pero a la vez al que han llegado montones de gente que sólo querían un cargo, lo que se ha visto con la mo desbandada a Ciudadanos. Ellos querían cambiar cosas, lo que no se sabe muy bien cuáles. Me temo que nunca lo sabremos.

Y, por último, la que puede ser la gran sorpresa de estas elecciones: Podemos. Mitad partido, mitad experimento de abajo-arriba. Han conseguido muchas cosas en muy poco tiempo, que el bipartidismo deje de ser una realidad, sacar a la agenda pública temas olvidados, de dar voz a la gente y a quienes no la tienen. Cierto es que han perdido muchas cosas por el camino, el enfrentamiento con los grandes poderes, el lenguaje revolucionario, el proceso constituyente, pero la realidad es que están más cerca que nunca de conseguir su objetivo. Y que lo verdaderamente importante no es la radicalidad de sus propuestas, sino de los resultados. Podemos perdió mucho tiempo en su viaje a ninguna parte de moderación y ambivalencia, pero en esta campaña está lanzado y ha vuelto a ser la voz de mucha gente. Podemos es el único que sabemos que se enfrentará a los que se arrogan como dueños de España porque no tiene hipotecas. El que sabe que la austeridad expansiva es mentira y que los recortes entorpecen la recuperación y que tiene una idea clara para sacarnos de la crisis con un modelo económico más justo, más viable y más sostenible. Podemos es la gran esperanza de que la honestidad llegue al Congreso y, por qué no, al Gobierno. Que los ciiudadanos tengamos voz y no sólo las grandes empresas.

El 20-D nos jugamos que el Congreso se llene de gente decente y los chorizos se queden en la puerta. Nos jugamos un Gobierno al servicio del IBEX-35 o al servicio de los ciudadanos. La ocasión es demasiado importante para dejarla escapar.

Así que espero que, por una vez, una marea de votos entierre la corrupción y que los sobres más importantes sean los que se meten en la urna y no los que vayan de manos de empresarios corruptos a políticos sinvergüenzas.

martes, 15 de diciembre de 2015

El éxito de Podemos es el fracaso de la política española



El éxito de Podemos es el fracaso de la política española. Me explico: si los grandes partidos hubieran sabido responder a los desafíos de la política española, a las expectativas de la sociedad española, si los políticos hubieran sido algo más que correa de transmisión de los partidos y hubiesen escuchado a la gente e intentado honestamente resolver sus problemas, no hubiera existido Podemos.

Podemos no tendría sentido si, sin esa corrupción masiva e institucionalizada, sin la desafección política que produce que la protesta sea reprimida a golpe, sin esa Juventud sin Futuro, sin esa colusión de intereses entre el poder político empresarial que deriva, pero no sólo, en puertas giratorias. Si la corrupción y el fraude masivo no hubiera impedido el desarrollo de un Estado del Bienestar suficiente y adecuado a las necesidades de la gente, el Partido Socialista y el Partido Popular se hubieran seguido repartiendo el poder.

Sin ese hartazgo social, sin ver que pese a cambiar de gobierno, siempre es lo mismo y lo msimo, las políticas siguen siendo más o menos las mismas, que no se resuelven los problemas reales de la gente, no habría surgido el 15-M. Si los partidos, si el PSOE, pero también Izquierda Unida (nadie esperaba que lo hiciera el PP) hubieran oído el mensaje del 15-M y actuado en consecuencia, si se hubieran abierto a la sociedad y hubieran actuado en consecuencia, no existiría Podemos.

Sin la crisis producida por un modelo depredador con pies de barro, que unos aceleraron y otros no supieron poner freno y sin alternativa, la política seguiría igual. Sin ver como aumentaba la pobreza, incluso en épocas de expansión económica, que condenaba al paro, la precariedad y el desempleo y el trabajo en negro a capas cada vez más amplia de desempleo no se hubiera provocado el “desastre económico español”.

Sin unos políticos que hacen más caso a lo que manda Bruselas y Merkel que a sus principios, que se reúnen con grandes empresarios pero no con la gente que lo pasa mal, que miran más por la supuesta eficacia de lo privado frente a lo público, no habría existido las mareas.

Si no hubiera habido políticos que se esconden, que no responden o que cuando les entrevistan responden con el argumentario sin escuchar siquiera la pregunta y que no escuchan no hubiera existido el “no nos representan”.

Si el bipartidismo hubiera estado a la altura de un país decente o Izquierda Unida hubiese sabido agrupar el descontento social, nada de esto hubiera ocurrido. Si la España oficial, la del Congreso se pareciese a la España real, no habría existido Podemos. No habría nacido el partido y seguramente Pablo Iglesias siguiera dando clases en la universidad, y si hubiera existido habría obtenido unos resultados testimoniales.

Podemos es producto de la coyuntura histórica, de un grito ahogado de necesidad de cambio. Como ellos mismo dicen, han cambiado las reglas del juego, han cambiado la política que tardará mucho tiempo en ser otra vez la misma. Podemos es el partido que lo cambio todo, hablo de las puertas giratorias, tuvo siempre presente el problema de la corrupción, los desahucios y la pobreza e introdujo en el debate político a aquellos que no son clase media. En ese sentido, pase lo que pasé ya han ganado.

Cierto es que su camino al pragmatismo o a la madurez y, sobre todo, el auge de Ciudadanos ha frustrado muchas expectativas. Se ha caído el proceso constituyente, la renta básica universal y el entierro de la cultura de la Transición. Ciudadanos en eso también ha ganado, sin embargo, nada será igual después de las elecciones.

Podemos ha abierto una brecha en el sistema, lo ha regenerado y abierto las posibilidades de cambio.

domingo, 7 de junio de 2015

Las elecciones del cambio

En las pasadas elecciones de 24 de mayo de 2015, se ha producido un vuelco en las instituciones cambiando el panorama político de este país. Una mayoría social partidaria del cambio, disconforme con la situación actual y que no cree en la recuperación económica, ha aparecido. Y sin embargo, ningún partido puede proclamarse vencedor absoluto de las elecciones y a la vez se producen resultados bastante paradójicos.

Estas elecciones, han acabado con el régimen de partido único imperante en España desde 2011. El azul del Partido Popular y su mayoría absoluta incontestable por todo el territorio se ha difuminado, ahora España es un país un poco más plurar y multicolor. El pueblo español ha empezado a castigar la corrupción y votar por la decencia, por aquellos que luchan junto a ellos les representen en las instituciones.

Las grandes triunfadoras de la noche, son las candidaturas ciudadanas de unidad popular, una especie de partido no partido, algo ininteligible para muchos, y la apuesta de Pablo Iglesias y muchos de IU (no de su dirección) a las elecciones, representadas fantásticamente en Ada Colau y Manuela Carmena. En las grandes ciudades han aglutinado el voto del cambio, consiguiendo un apoyo histórico y creando una nueva forma de partido político sin serlo y cambiando los esquemas de la gestión municipal, posibilitando un nuevo gobierno en las grandes ciudades.

Sin embargo, el bipartidismo no se ha acabado aún, los que llevan tanto tiempo cantando su final tienen que esperar un poco más, sin embargo, si sale muy debilitado de estas elecciones, pero aún vivo. PP y PSOE siguen siendo los más votados, aunque pierden muchos votos, no tantos como merecen. El cambio es lento pero irremisible. Se acabará, pero aún no se ha acabado. Sin embargo, aparecen dos nuevos partidos a escala nacional, Podemos y Ciudadanos, que harán que a falta de mayorías absolutas los designios de España ya no se decidan en Bilbao, Barcelona y capitales periféricas, si no de acuerdo a los intereses nacionales.
Una de las anécdotas de la noche es que en dos organismos (pre)históricos y por los que se ha clamado por su desaparición y que eran refugio de viejas glorias del bipartidismo, entran nuevos partidos que precisamente proponían su abolición. El Senado y las Diputaciones Provinciales recibirán a Podemos y Ciudadanos.

Las ganas de cambio han aparecido, pero huyendo de los grandes partidos, y en algunos sitios incluso de los nuevos. Pese a que se ha votado cambio con Podemos, han votado (re)cambio con Ciudadanos y en algunos sitios incluso han votado cambio con el PSOE, lo esencial es que allí dónde había una candidatura que no fuera ninguna de ellas, ha triunfado: éxito del PRC de Revilla, de Compromís, de las candidaturas ciudadanas, de las Mareas e incluso de la CUP.

Sin embargo, los que aspiramos a hacer de este un país mejor, tenemos que lamentarnos porque ha faltado muy poco, pero al final no será posible que tengamos tres presidentes de los que sentirnos orgullosos: Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid, Mónica Oltra en la Comunidad Valenciana y Pablo Echenique en Aragón. Ha faltado realmente poco, pero no ha podido ser. Unos cuantos miles de votos les han separado y nos han separado de unos 4 años un poquito mejores.
 
Vamos a analizarlos ahora los resultados, como diría el Cholo, partido a partido:

-El Partido Popular, pese al triste consuelo de ser el partido más votado a nivel general y en casi todas las autonomías, que se repiten a sí mismos una y otra vez, es el gran derrotado de la noche. Una derrota sin paliativos, si los analizamos al detalle: ha perdido mayoría absoluta en las 9 comunidades autónomas que la tenía, puede perder hasta 6 comunidades autónomas y la mayoría de las grandes ciudades. Pierden aquellas que no habían perdido nunca, siendo las grandes derrotadas de la noche Esperanza Aguirre, Rita Barberá y Cospedal. Además pierden territorios importantísimos para ellos, como Valencia (comunidad y ayuntamiento), el gobierno de la capital de España, Castilla La Mancha y sus perpetuas mayorías absolutas en Castilla y León y Murcia. Incluso, aquellos que se habían distanciado como el PP de Extremadura, sacan unos resultados catastróficos.
El PP, como afirma, ha sido el primer partido, pero ha sido por la división de sus adversarios, de la izquierda más concretamente, y el voto de por mí o contra mí, lo cuál puede impedirle pactar con nadie. Curiosamente, pese a ser el primer partido en casi todos sitios, no puede retener el poder por su enfrentamiento con todos y contra todos, lo que ha hecho que llegue incluso a plantearse la dimisión del presidente de Castilla y León y la repetición de elecciones en Murcia, pese a quedarse al borde de la mayoría absoluta.

-Podemos gana en las grandes ciudades dónde no se presenta pero pierde en las autonomías dónde sí. La paradójico es que Podemos pudo salir como triunfador de la noche sin conseguir ningún gobierno con su marca. Las candidaturas autónomicas de Podemos consiguen un resultado bueno, aunque no tanto como se esperaba y son la 3ª fuerza en casi todas las autonomías. Increíble hace un año, pero menos de lo esperado hace unos meses. Y, sin embargo, en las ciudades dónde no se presentaba con su marca, consigue un resultado inimaginable, el triunfo de la confluencia con otras fuerzas políticas y sociales, que le puede llevar a gobernar a las candidaturas apoyadas por Podemos en Madrid, Barcelona, Zaragoza, La Coruña, Cádiz y tantos otros sitios más.

-Ciudadanos obtiene un resultado más que notable, entra en casi todos los parlamentos, en algunos con fuerza y consigue ser la tercera fuerza a nivel municipal, aunque curiosamente su éxito ha estado en las autonómicas. Con unas candidaturas municipales echas de retales de UPyD y de fuerzas de todo tipo de pelaje, han conseguido presentarse en casi 1.000 municipios y tener unos grandes resultados por la fuerza del partido a nivel nacional y de su líder, Albert Rivera, increíbles si se tiene en cuenta que muchos de sus votantes ni conocían al candidato municipal, ni muchas veces al autonómico, ni tenían muy claro que proponía. Pero a nivel autonómico no serán tan decisivos como creían, sobre todo en el ayuntamiento de Madrid y en la Comunidad Valenciana, los dos bastiones sobre los que se movían las elecciones. Paradójicamente les puede venir muy bien porque les evitará contaminarse de pactos con los adalides de la corrupción, la Comunidad Valenciana y el Madrid de Esperanza Aguirre y no se retratarán tanto como hubiera podido ser como muleta del PP.

-El PSOE, pese a su gran caída y ser absolutamente incapaz de superar al PP por muy mal que esté, y quedarse con la espinita de otra vez no poder ser primera fuerza, ha sido el triunfador de la noche a medias. Si cae mucho, en las grandes ciudades aún más, especialmente en Barcelona pero no sólo y en muchas ya no es ni la alternativa de gobierno, y sus votantes también han huido pero ha conseguido retener a los suficientes y por casualidades del destino, ha acabado como el mejor posicionado para recuperar mucho poder institucional. Se ha convertido en la primera fuerza en Extremadura (arrasando en la provincia de Badajoz), se ha mantenido como la primera en Asturias y encabeza la alternativa de gobierno en la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Baleares y Aragón, e incluso puede recuperar grandes ciudades, sobre todo en el sur.

-Izquierda Unida se pega un batacazo, no diré sin precedentes porque ya están acostumbrados, pero si terrible, especialmente si vemos como eran sus expectativas hace año y medio. IU paga todos sus errores: la insuficiente firmeza con sus corruptos (caso sangrante el de Bankia y todo lo que le rodea), la enorme división interna, con federaciones partidas en dos o en tres, que desemboca una vez más en la división de la izquierda, Podemos que ha recogido la mayoría de su voto y, por último, una ley electoral que ha tirado a la basura su 4 y pico % en algunos territorios. A nivel municipal baja también y es superada por Ciudadanos, tiene el pequeño consuelo de haber apoyado a las grandes triunfadoras de la noche, Ada Colau y Manuela Carmena. Pero una derrota sin paliativos que le borra del mapa autonómico. Y todo, pese a que la gente está dispuesta a votar a cualquier cosa que se parezca a IU mientras no ponga en la papeleta Izquierda Unida.

-Pero sin duda, la gran derrotada de la noche es UPyD y Rosa Díez, que desaparecen políticamente del mapa. Sus resultados no auguran nada bueno para las generales y siguen avanzando con paso firme a la desaparición  tras ser fagocitador por Ciudadanos. Veremos si logran cambiar el rumbo, aunque me temo que ya es demasiado tarde.

De cara a las elecciones generales de noviembre, lo importante es cómo gestionen los resultados de estas elecciones. 

El PP, verá si su capacidad de pactos es tan nula cómo se prevee o consiguen mantener algunos gobiernos con la ayuda inestimable de Ciudadanos. También habrá que ver si hay cambios, aunque estimo que Mariano Rajoy seguirá en su habitual estado inane y no cambiará excepto a los que se vayan hartos de su pasotismo y fiará todo a una recuperación tan cuestionable como desigual. También puede jugar la estrategia de dejarle gobernar a la oposición y esperar la catástrofe y que se queme.

El futuro de Ciudadanos dependerá de los pactos  que haga y si facilita gobiernos autonómicos y de grandes ciudades, si apoya sólo al PP o también al PSOE, y sobre todo de lo que consiga de ellos. Para ellos es de agradecer que no puedan pactar con el PP valenciano o con Espe.

El de Podemos se juega singularmente en Madrid y Barcelona, lo que hagan Carmena y Colau de aquí a las elecciones, especialmente en sus primeros 100 días, que articulen una nueva forma de gobernar que sea vista como viable y lo que pase en otras ciudades dónde las candidaturas de confluencia puedan gobernar. Pero también de la digestión de los previsibles pactos con el PSOE, lo que hagan esos gobiernos y hasta que punto consigan el giro de 180º, como condición para gobernar.

El PSOE, fortalecido tras los resultados, necesita recuperar gobiernos y demostrar que no es lo mismo que el PP y que es la verdadera alternativa para liderar el cambio. Tendrá que decidir si prefiere pactar con Podemos o Ciudadanos, lo que enviará una señal al electorado. Y, sobre todo, evitar pactar en ningún sitio con el PP ya que les dejaría heridos de muerte.

P.D. Hace 84 años una coalición republicano-socialista triunfó en las grandes ciudades e inesperadamente acabo con el régimen del turnismo y con una monarquía corrupta y abrió paso a uno de los períodos más esperanzadores de la historia de España, trágicamente truncado. ¿Se repetirá la historia?

jueves, 21 de mayo de 2015

Un día de cambio

Este domingo se presentan unas elecciones más decisivas y trascendentales que nunca, porque deciden nuestro futuro y nuestra dignidad. Si no votamos o votamos a los de siempre, estaremos dando un aval a aquellos políticos que hacen obras, no para el beneficio del pueblo, sino para el suyo y de sus amigos. Avalaremos unas políticas de austeridad que no sólo se ceban con el que menos tiene, sino que son contraproducentes y absurdas desde el punto de vista económico y su único resultado es alargar la crisis y empobrecernos a todos aún más. Y sobre todo, daremos carta blanca a los actuales líderes, porque si después del saqueo y los palos que nos han dado siguen con el poder, se verán libres para acometer programas aún más radicales contra la gente. Si vuelven a ganar, les habremos demostrado lo que poco que nos importan nuestros derechos y les invitaremos a que nos quiten aún más. Por eso, yo este domingo apuesto por hacer un ERE a los que día tras día intentan hacer nuestra vida un poquito peor. Este domingo apuesto por el cambio de verdad. Y tú, ¿qué piensas hacer?

lunes, 4 de mayo de 2015

Sobre las elecciones andaluzas

He dudado mucho en escribir este artículo. Iba a escribirlo antes, pero el tiempo se me ha echado encima y después dudé de si ya era demasiado tarde, pero al final me he decidido, básicamente porque cada vez tiene más dimensión el tema. Y el tema es, precisamente, las elecciones andaluzas y el efecto que ha tenido en todos los partidos que se presentaron.

Pocas veces unas elecciones regionales han tenido un efecto tan abrumador sobre las expectativas de los partidos y por eso, hoy no voy a analizar los resultados, por todos conocidos y a alguno que ya casi se le ha olvidado, sino como queda para cada partido. Empecemos:

PSOE. El ganador de la jornada. Se presentaba vapuleado, con las encuestas tirando hacia abajo, crisis por todos lados y sin acabar de ser una alternativa viable. Y, sobre todo, con el estigma de perdedor. Pero llegó la jugada maestra de Susana Díaz, disociar las elecciones andaluzas del resto para conseguir una victoria y hacerle un favor al partido y a ella misma y mostrar que el que golpea primero, golpea dos veces. Demuestra que el PSOE está vivo y puede, al menos, mantener su cuota de poder y una plataforma para volver a ser grande si los próximos resultados no acompañan. Aunque lo tenía todo a favor, PP, Podemos y Ciudadanos sin estructura en la organización e IU con el pie cambiado. El PSOE se recupera, pero sería como decir que un delantero que marca a puerta vacía esta en plena forma. Veremos cómo le va cuando toquen escenarios más adversos. Al menos, conserva su bastión.

PP. Con un candidato desconocido (no sé si es bueno o malo) fracasa en un territorio dónde, ERE mediante, podía haber hecho daño al PP. Gran error apoyarse la campaña en Mariano, tan poco querido al sur de Despeñaperros (menos incluso que en el resto de España). Aunque se contenten con que el resultado podía haber sido incluso peor, el hecho de perder medio millón de votos en un lugar dónde ya es oposición es preocupante y el subidón de Ciudadanos a su costa más preocupante aún. De todas formas, era dónde el PP podía permitirse perder, ya que este año el objetivo no es aumentar gobiernos, es conservar el poder que ya tienen, lo que ya de por sí es una tarea titánica. Mariano sigue en modo espera.

Podemos. Buen resultado pero peor de lo esperado. Un 15% es un resultado notable, sobre todo teniendo en cuenta una candidata sin demasiado tirón salvo en sus bases, una convocatoria hecha a contrapié para que casi no pudieran organizarse y una región dónde tienen uno de los menores apoyos de todo el territorio nacional. Sin embargo, la apatía se ha instalado en la organización, que parece cuesta abajo justo cuando más tenía que reaccionar.

Ciudadanos. El gran ganador de la jornada. Un resultado increíble, un 9%, tantos diputados en Andalucía como en Cataluña suponen el salto a la política nacional y poder ser decisivos en el Gobierno andaluz, una comunidad en teoría hostil. Con un candidato desconocido para el gran público (y para casi todos los andaluces), apoyados en Albert Rivera, el resultado es envidiable. Confirma unas encuestas que hasta entonces parecían fantasía y el gran apoyo que despierta, pese a que muchos de sus electores desconocen sus propuestas. Para ellos, el cielo es el límite y harán bueno cada resultado en las autonómicas y municipales que puedan. No les quepa duda. Y pueden ser la campanada de las generales.

IU. Izquierda Unida sufre un inmenso desgaste por la ruptura del pacto de Gobierno y se queda como la fuerza huérfana del parlamento, la única no decisiva. Paso atrás para la coalición, que pierde en Andalucía, uno de sus puntos fuertes, gran parte de sus votos y sigue en su eterna dicotomía de apoyar o no al PSOE. Sin embargo, lo peor es la fractura en la organización, en Madrid, Extremadura y muchas otras federaciones dónde pueden quedar fuera por el límite del 5%. Podemos les está haciendo mucho daño y todavían no saben como reaccionar. Las municipales y autonómicas serán decisivas si sus votantes se aclaran si que papeleta meter en el sobre (Ganemos o no).

UPyD. El gran fracasado de la noche, sin lugar a dudas. Los pésimos resultados, pese a que no son fuertes en Andalucía ni estaban presentes, quedándose muy lejos de entrar en el Parlamento, puede significar que no sólo no entren en muchas instituciones sino que salgan de muchas de ellas y que los sondeos sobre su caída y sustitución por Ciudadanos eran reales. Desde ese momento, el partido ha entrado en pánico, y en un sálvese quién pueda, los militantes huyen de la formación, especialmente a Ciudadanos, por su cercanía ideológica y por su disposición a abrazar a políticos de otras formaciones que renuncien a sus siglas y se unan a su proyecto. La situación es tan crítica que incluso los miembros de la dirección, elegidos en base a una lealtad inquebrantable a Rosa Díez, se han distanciado de ella. Qué mal está la cosa cuando tus fans te abandonan, pero allí muchos temen peligrar los garbanzos que a la postre era lo que a muchos les importaba. Rosa Díez, sin embargo, sigue inquebrantable, aguantando el bastón de mando al menos hasta mayo, ya que a ella le vale con conseguir un escaño que le permite seguir en el Congreso y su supervivencia política. Aunque a este paso, hasta eso está en riesgo.

Y, por último, una opinión sobre la legislatura andaluza. Para Susana Díaz, lo importante es conseguir el apoyo en la investidura, una votación sobre su persona. Mi apuesta es un pacto con Ciudadanos, aunque pueda significar un giro al centro-derecha. Una vez elegida, en un parlamento tan fragmentado, difícil será no sacar adelante sus medidas, ya que la que no apoyen unos (Podemos-IU), seguramente la apoyen otros (Ciudadanos-PP). Sólo necesitará un poco de mano izquierda, que estoy seguro de que si quiere y no le llega el mesíanismo del pacto "sólo con los andaluces" será capaz. Ella puede.

lunes, 3 de noviembre de 2014

El sorpasso de Podemos




Desde que Mariano Rajoy gano las elecciones, tenia el convencimiento interior de que un gobierno del PP presidido por Rajoy, que los españoles se convencerían no solo de que era una mala opción, sino que era la peor de todas yé que antes o después, la intencion de voto caería espectacularmente y sería superado en las encuestas. No solo sabía que no sacaría a España de la crisis, sino que haría retroceder la llegada de la recuperación, y eso solo en materia ecónomica.

Primero, mi esperanza fue que su incapacidad y el rodearse del Gobierno de los peores, harían bajar espectacularmente su valoración. Y así fue durante el fatídico año 2012, que aunque durante los primeros meses inexplicablemente aguanto el tiron electoral, tuvo dos grandes caídas gracias a su estrategia de “recortes viernes si, viernes también”, en una estrategia que parecía diseñada para joder el fin de semana (o para que no se enterase la gente que salía en estampida todo el fin de semana, algo bastante dudoso), primero en abril, del 45 al entorno del 38%, y después en el verano, para bajar hasta poco más del 30%, frontera de la que ya no se despegaría.

Dada esta situación, y la práctica habitual, por la que el PSOE recogía los votos de los desencantados con el PP, era de esperar que a poco que mejorase su resultado, el peor desde la Transición, el PSOE superaría al Partido Popular, lo que obligaría a Rajoy y sus acólitos a aligerar su estrategia de aplastar a la sociedad, a los parados, a los necesitados, a las clases medias, a los funcionarios, etc. No, el Partido Socialista apenas conseguía acercarse a su resultado electoral y mucho menos al PP. Por más que siguiera el sondeo de Metroscopia, el CIS y muchos otros y lo esperará, el PP se mantenía firme como fuerza más votada.

Sin embargo, la noticia positiva de esta situación, es que se rompia el bipartidismo, de PP/PSOE y surgían nuevas fuerzas. Fue la oportunidad de los partidos pequeños y parecia que Izquierda Unida podía ser la alternativa. Cada vez IU se acercaba un poco más al PSOE y el PP no le quedaba tan lejos y hasta parecía alcanzable. Durante el año 2013 se veia como una posibilidad remota, sí, pero hasta entonces impensable, el “sorpasso” de IU al PSOE, algo históricamente soñado por la federación de izquierdas. La esperanza radicaba en que una vez superado el PSOE, gran parte de su voto, el voto útil que iba al PSOE por tener más opciones, iría a IU, una oposición verdaderamente fuerte y una nueva esperanza para los desclasados de la crisis.

Pero, sin embargo, fueron pasando los meses e Izquierda Unida se topó con su techo de cristal, en un 15-16%, pese a que el PP seguía bajando y el PSOE también incluso más. Quedó demostrado la incapacidad de los de Cayo Lara de avanzar aún más, que había mucha gente que aún coincidiendo punto por punto con su programa, no les votaría nunca y muchos lo veían como el enemigo y aun algunos mas como parte del problema y no de la solucion. Y mientras el PSOE ni siquiera alcanzaba al PP por más que se desgastase, eran como el Coyote y el Correcaminos, nunca le alcanzaba aunque siempre estaba cerca ya fuese por un escandalo de corrupción, mas desafección al bipartidismo o por unas encuestas con una cocina digna del “Bulli”.


Parecia que daba igual, pasara lo que pasara, el PP ganaría las elecciones, obtendría un resultado pírrico pero suficiente para mantenerse como fuerza más votada y Rajoy ganar de nuevo, fuera como fuese.

Y, de repente… Podemos

Sin embargo, había un oponente con el que el PP no contaba. Un pequeño grupo, fraguado en el lugar más inesperado y a la vez el más lógico: una asociación en una universidad pública en la facultad de ciencias políticas, formado por politólogos, sociólogos, gente comprometida con el cambio, que no tenían una expresión para luchar contra lo que para ellos era un sistema injusto.

Sorprendentemente, se constituyeron como un partido político, pero no uno al uso, ni uno más. Querían ser diferentes. Algunos les acusaban de querer dinamitar a Izquierda Unida en su momento de mayor proyección social, de dividir a la izquierda, como muchos otros… Pero, pese a todo, se presentaron a las elecciones con una cara conocida para algunos, desconocida para la mayoría: Pablo Iglesias, salido de la universidad y que tenía un programa en una televisión del barrio de Vallecas y en otra extremadamente minoritaria de la televisión por cable.

Había más partidos como el suyo que se presentaron a las elecciones europeas: el Partido X, Movimiento Red, Equo… Los venció a todos, y dónde se suponía división y resultados pírricos, sorprendieron a todos con un 8%. Pero no se conformaron, porque nunca lo hacían, no con las migajas, lo querían todo…

Así, consiguieron cada vez el apoyo de más gente, subían y subían en las encuestas y llegaban a ser tercera fuerza. Muchos creían que no pasarían de allí, pero fueron más allá. De repente, se convirtieron en la ilusión de muchos. Se enfrentaron al poder y el poder los insulto, trato de humillarles, de ridiculizarles. Nada sirvió, la voz de la calle y la voz del hartazgo se juntaban en un mismo grito.

Y fueron más allá, se organizaron con la vista puesta en la victoria y con una mezcla de audacia y la ayuda inestimable del partido del Gobierno y, por que no decirlo, del principal partido de la oposición, llegaron más lejos. En las últimas semanas, su progresión era imparable, pero la catastrófica gestión de la crisis del ébola y sobre todo el caso de las tarjetas hicieron lo que nadie podía esperar.

Las tarjetas se convirtieron en el paso del rubicón para Podemos. La expresión de “casta” cobró todo su significado en un caso de flagrante robo en el que estaban implicados todo el régimen surgido de la Transicion: políticos del PP, PSOE e IU, banqueros, sindicalistas, la patronal e incluso la casa del Rey.

Ayer, Podemos se convirtió según la encuesta de Metroscopia en el primer partido en intención de voto.
Nada esta decidido, pero ahora todas las piezas están en el tablero. La partida ha comenzado.

P.D. Sólo ha pasado un día de la primera encuesta en que pierden, y ya cuestionan a Rajoy en el PP.

miércoles, 4 de junio de 2014

Elecciones europeas. Resultados

Las pasadas elecciones europeas han constituido una gran sorpresa para todos. Europa ha cambiado España, una vez más.

En estas elecciones, en las cuales se esperaba una masiva abstención, se ha transformado la realidad política de este país por completo.

Para empezar, una mala noticia, fundamentalmente para España. El partido del gobierno, el que se preocupa más por tener contenta a Merkel que a sus votantes, que pone por encima los intereses corporativos que los de la gente, es decir, el Partido Popular, ha ganado las elecciones. Ha perdido muchos votos, sí, pero las ha ganado y además en casi todas las autonomías.

El PSOE, después de años de estar a la expectativa de que Rajoy y su gobierno se quemaran y recoger los frutos de su desastre, se ha quedado con las ganas. Sólo con haber mantenido el desastroso resultado de 2011, habría ganado, pero no, sigue cayendo y ya lo hace al mismo ritmo que el PP.

Pero, por encima de esto, el resultado de la noche, es la derrota del bipartidismo en su conjunto. Entre PP y PSOE han pasado del 81% al 49%, esto es 32 puntos menos. Si con un 65-67% como aventuraban las encuestas ya se cuestionaba el bipartidismo, imginénse con estos resultados. Si el bipartidismo se entiende como el dominio de dos grandes partidos, no sacar ni la mitad de los votos conjuntamente, aleja al sistema español de esta definición. Esto puede ser el principio del fin del bipartidismo o al menos su peor crisis desde el inicio de la democracia.

Decían que esta campaña estaba "muy dormida por arriba, pero muy despierta por abajo". Ha sido cierto. En la parte más baja, luchando por alternativas o por entrar en el EuroParlamento, ha habido mucha más emoción que la atonía de los dos de arriba. La mayoría de los pequeños han tenido unos resultados mucho mejores que en las últimas elecciones, sobre todo los partidos menos tradicionales.

La gran sorpresa la ha dado Podemos, un pequeño partido liderado por Pablo Iglesias y salido de la Facultad de Políticas de la Complutense (para los que decían que el mundo universitario estaba muerto) que se ha convertido en la cuarta fuerza de este partido, en el partido revelación y a su líder en el personaje del momento.

IU ha desperdiciado su gran oportunidad, y después de poner en solfa al bipartidismo se ha quedado muy corto respecto a sus expectativas de plantar cara a los dos grandes al no poder franquear la barrera del 10%.

UPyD ha subido, pero mucho menos de lo que las encuestas de hace unos meses vaticinaban. Y encima, les ha adelantado como 4ª fuerza un tío con coletas que lleva 3 meses saliendo en la tele. Y eso jode.
Encima, van los de Ciudadanos y se convierten en su alternativa. Con 2 escaños, llevan a Europa a Javier Nart. Interesante lo que tenga que decir.

Felicidades a Equo por llevar a un representante de un partido verde a Europa. Ya hacía falta.

VOX sacó casi 250.000 votos, quitándoselos al PP, pero se quedo fuera por poco. Bien hecho.
También consiguieron superar la frontera de los 100.000 votos, el PACMA (con mucho, 175.000) y Escaños en Blanco, Movimiento Red (Elpidio Silva) y Partido X. Lástima que no esten en Bruselas.

En Cataluña como era de esperar, se ha dado el sorpasso, por Esquerra (ERC) aliado con plataformas independentistas a CiU y se constituyen como líderes de un proceso soberanista que cada día avanza más, pero quiere menos a Mas.

En Euskadi, el PNV se mantiene fuerte y Bildu se acerca aún más, consiguiendo ganar incluso en Álava, bastión del constitucionalismo.

En el resto de España, la tónica general, caída de PPSOE y ascenso de los pequeños.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Las elecciones europeas, unas elecciones diferentes


El próximo domingo son las elecciones europeas, unas elecciones marcadas por un previsible triunfo rotundo de la abstención, motivada de unos índices récord de desafección de la política combinado con una         
no-campaña como estrategia, con excelentes resultados, del Gobierno.

En ella el Partido Popular, que vive en un país multicolor en que no hay crisis y España va pero que muy bien, se presenta con un Cañete centrado en temas agrícolas, y pretendiendo que no se le vea mucho (ni a él ni a sus tics machistas), llegando hasta el punto de convertirse en un Na'avi de Avatar y confundirse con el fondo del cartel. Su objetivo es que la campaña pase rápido, que la gente no se entere de que hay elecciones, y conseguir la victoria que les auguran las encuestas. Los dos primeros objetivos son fáciles, el tercero veremos.

El PSOE, con Elena Valenciano se centra en la igualdad y su defensa del aborto y las críticas (por otro lado evidentes) a los recortes de Rajoy. Buenas propuestas pero le falta credibilidad y llegar a la gente, mientras esperan dar la sorpresa y conseguir una victoria pírrica que les dé su primer triunfo y frene la espiral de debacle en la que llevan instalados desde el inicio de la crisis

Izquierda Unida se presenta con fuerza, con un crecimiento que le puede llevar a un 15% o casi, pero no más allá, ese es su techo de cristal. Tiene buenas propuestas, una política coherente pero no consigue atraer a otros partidos y hay gente que, incluso coincidiendo punto por punto sus ideas con el programa, así los maten no vota a IU. Falla su política de comunicación, su candidato no llega y hay otros de partidos más minoritarios que son más conocidos. Le falta atraer a personalidades a su formación. Sin embargo, tienen el mérito de haber sido 15-M antes de que éste existiera.

UPyD y Ciudadanos se disputan el voto de más o menos el centro-derecha harto de la política devastadora del PP. UPyD espera un gran crecimiento apoyado en su lucha contra el terrorismo (ahí está Maite Pagazaurtundua) y Ciudadanos da el salto a la política nacional acompañada de un gran tertuliano, y esperemos que gran político como Javier Nart.

Respecto a las nuevas formaciones progresistas, surgidas al calor del 15-M y las mareas, no han conseguido llegar a una candidatura conjunta y han primado los personalismos en vez de un partido que podría haber constituido una fuerza alternativa. La que más opciones tiene es Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, aunque también cabe destacar el movimiento RED, con Elpidio Silva y el Partido X, liderado por Hervé Falciani, dos hombres que no temen a la banca.

Capítulo aparte es VOX, desencantados del PP que denuncian sus propios vicios y encabezados por un Vidal-Quadras que quiere aferrarse a su incómodo sillón de oro.

Distinto es el caso de La Primavera Europea, que ha conseguido organizar una coalición heterogénea encabezada por Equo con varios partidos verdes y progresistas en busca de una Europa más sostenible. Destacar también al Partido Animalista, PACMA que puede dar alguna sorpresa aunque el soñado euroescaño está muy caro.

Quién si que puede dar la sorpresa es la Esquerra por el derecho a decidir, coalición de partidos catalanes.

También me gustaría resaltar mi alegría por ver dos partidos extremeños, máxime cuando en las elecciones regionales no hubo ninguno, ya que se presentaban en coalición con PP, PSOE e IU.

Hasta aquí, todo más o menos como siempre. Pero lo que diferencia estas elecciones de las anteriores, es que en vez de elegir a quién no votar, por primera vez, tenemos una serie de candidatos en las listas que al contrario de los políticos actuales no tenemos con votar "tapándonos la nariz" sino orgullosos y por fin podamos decir aquello de que "sí, que sí nos representan":

-Herve Falciani, el hombre que destapó las cuentas en Suiza y que hizo pagar a la familia Botín 200 millones de € y a muchos más. Eso si que es reducir el déficit público. O Raúl Burillo, también del Partido X, que ha luchado desde la Agencia Tributaria denunciando el fraude fiscal.

-Elpidio Silva, el hombre que metió un banquero en la cárcel y desde entonces es perseguido por la propia "Justicia", que ha fundado un nuevo partido

-Pablo Iglesias, que hace siempre análisis lúcidos y cuenta las verdades que otros callan. O Pablo Echenique, con su genial blog "De retrones y hombres" habla de discapacidad con la naturalidad que hacía mucha falta.

-Javier Nart, un abogado y ex-corresponsal de guerra, culto y diestro en el debate y un político inteligente, que buena falta hace en este país.

Por no mencionar que hay un candidato al Parlamento Europeo, que nos ofrece un destino alternativo, Alexis Tspiras al Pacto por la Inestabilidad y el Decrecimiento de Merkel y sus amigos.

Creo que en estas elecciones hay dos objetivos:

-Que no las gane el PP, porque así continuarían con sus políticas que están destrozando España y nos están llevando a la ruina y se verán confirmados en que hacen bien en el camino a la perdición de España, ya que cualquier economista o mínimamente entendido sabe que no sólo son políticas injustas sino además muy ineficaces para acabar con la crisis y menos aún con el paro.

-Y conseguir que entre gente nueva en el Parlamento Europeo, políticos que por fin defiendan a la gente y no sus privilegios, gente que no tiene miedo a enfrentarse a los poderes fácticos de aquí y de Europa.

De nosotros depende que entre no tengamos que sentir vergüenza de aquellos que nos representan, y porque sería mandar un mensaje muy triste que los españoles preferimos a los políticos del PP y a ciertos políticos del PSOE que a gente como la de IU, a Blesa que a Elpidio Silva, a Botín que a Falciani y a Marhuenda que a Pablo Iglesias.

Por eso, estoy convencido de que hay que votar, porque el voto nulo no trasciende, las miles de papeletas que en las últimas elecciones pedían suprimir el Senado o denunciando el sistema se quedaron meras anécdotas y la abstención no pasa de ser un tema para los periódicos el día siguiente o que comenten los tertulianos en el post debate, y al día siguiente los grandes partidos olvidarán la alta abstención y sólo mirarán los resultados. Porque una abstención del 60, el 80%, con tal de ganar, no le importa a nadie.

Por eso, si queremos cambiar el sistema lo que hay que hacer es hablar, el domingo en las urnas y a partir del lunes en la calle.