lunes, 28 de febrero de 2011

Las claves de las revoluciones en el mundo árabe

Las revueltas árabes no han surgido por generación espontánea ni mucho menos, sino que hay unas causas determinadas, en algunos casos aisladas, pero en otras que se repiten con cierta frecuencia en algunos países. Estas son algunas de las causas:

-Abusos de poder por las élites: la gota que colmo el vaso en Túnez fue la muerte de Mohamed Bouazizi, en Libia las manifestaciones fueron iniciadas por los familiares de presos asesinados por el régimen, parte del origen de las protestas en Egipto fueron por el encarcelamiento de un abogado que luchaba por los derechos humanos y en Bahrein las manifestaciones aumentaron por el asesinato de manifestantes. Paralelamente, cuanta mayor ha sido la fuerza de la represión mayor ha sido la unión de los opositores.

-Acumulación de riquezas en la cúpula: los regímenes han abusado de su pueblo para enriquecerse hasta extremos verdaderamente obscenos en países dónde había recursos para que una parte sustancial de la población viviese bien, ellos acumulaban junto a sus familias cantidades ingentes de dinero y mantenían a su población en pobres condiciones de vida, pese al turismo de Túnez, el petróleo y el gas en Libia y el turismo arqueológico y de playas de Egipto junto con el Canal de Suez.

-Injusta distribución territorial de los recursos: con frecuencia en estos países, las regiones que son fuente de los recursos naturales no reciben gran parte de los beneficios que se concentran en la capital y se ven destinadas a ser la zona más pobre del país. Este fue el origen de las revueltas en Libia, los disturbios en Arabia Saudí e incluso de la independencia de Sudán del Sur.

-El papel del Ejército. Pese a la importancia que se le da a las redes sociales, el papel esencial en estos regímenes ha sido el del Ejército. Nos hemos encontrado ante dictadores que no tenían el apoyo total de las Fuerzas Armadas. La determinación de no atacar el pueblo hizo caer a Ben Ali y Mubarak. En Libia, la orden de Gaddafi dividió al Ejército y a la postre ha hecho que los militares se impliquen en la causa contra él.

-Las revelaciones de Wikileaks: pese a que era evidente que los autócratas árabes aprovechaban su posición para enriquecerse, el hecho de que se haya puesto tan claramente las pruebas de su corrupción ha añadido más ganas de rebelión.

Y otro elemento diferencial es que una vez que empieza la revolución las concesiones económicas de los gobiernos ya no valen, lo que quieren es decidir su propio destino.

Y todos deberíamos apoyarles.

sábado, 26 de febrero de 2011

La revolución libia hará caer a Gaddafi

En Libia, siguiendo los pasos de Egipto y Túnez ha empezado otra revolución. Pero a diferencia de Túnez, dónde el dictador tuvo que exiliarse ante el clamor de la calle y Egipto, que tuvo que hacer lo mismo aunque se aferrase más al poder, en Libia hay un dictador que no es sólo un tirano sino que se cree una especie de enviado de Dios (o de Allah), un loco y un asesino sin escrúpulos.

Este no es otro que Gaddafi, que en base a un sistema inventado por su mente enferma, la jamahiriya, tiene un cargo tan etéreo como líder de la revolución, no siendo nada y siendo todo al mismo tiempo, basado en un Libro Verde salido de su podrido cerebro. En un mundo que sólo existe en su cabeza, sigue dominando el país y sólo sus enemigos apoyan las revueltas.

Pues bien, Gaddafi ha decidido resistir aniquilando literalmente la oposición, a sangre y fuego y cuándo los soldados se han negado a obedecer ha contratado mercenarios para que acribillen a una población indefensa.

Hace nada, se presentaba como aquel al que las revueltas no podían afectarle, el que estaba por encima del bien y el mal y que su pueblo no le cuestionaría (sabían lo que les esperaba). Pero resulta que las cosas han cambiado mucho en el norte de África en los últimos tiempos. Pese a la represión brutal y atroz, cada vez controla menos del país y las deserciones y los abandonos se multiplican. Cada vez hay menos ciudades que domina y tiene menos amigos, y sin embargo plantea contraofensivas criminales.

Gaddafi ha emprendido un camino de muerte y destrucción para evitar una derrota humillante, pero que ahora debe llevarle a que pague por sus crímenes genocidas y la comunidad internacional no debe parar hasta que lo haga.

Respecto a la revolución la realidad, es que el futuro ya está escrito.

Gaddafi está muerto (políticamente), sólo que él aún no lo sabe. Sólo es cuestión de tiempo que su régimen se acabe desmoronando.

jueves, 17 de febrero de 2011

La revolución social árabe se extiende

La revuelta social en el mundo árabe se extiende. Después de triunfar en Túnez y Egipto, ahora acecha a cada vez más países en los que las dictaduras eran sólidas y los gobiernos parecían inderrocables.

La última en llegar ha sido Libia, dónde Muammar al-Gaddafi presumía de tenerlo todo bajo control y ya ha habido manifestaciones en su contra al igual que muchos tiranos de la región. Pero también ha llegado a Bahrein, Argelina y especialmente Yemen junto con movimientos incipientes en Marruecos.

Todavía no sabemos como terminarán todas estas revueltas, cuantas tendrán éxito y si la revolución social de Túnez y Egipto llega a buen puerto. Pero de momento el hecho de que a todos los dictadores se les mueva la silla, que tiemblen y tengan miedo y puedan caer ya es una gran noticia para la libertad y la esperanza en el mundo.

lunes, 14 de febrero de 2011

El pueblo egipcio vence a Moubarak

El pueblo egipcio, con una resistencia numantina en la plaza Tahrir, ha conseguido lo que parecía imposible: derrocar al tirano, al faraón Hosni Moubarak. El ejemplo del tesón y la fuerza, que ha superado todas las dificultades para lograr un objetivo común: la lucha por la libertad. Gente de todas las creencias y clases se han unido, musulmanes y cristianos, obreros y clases medias y altas, hombres y mujeres todos luchando en la plaza Tahrir y en todo el país por la caída del despota que había expoliado a Egipto durante años.

El pueblo egipcio ha derrocado al tirano de una forma ejemplar: sin recurrir a la violencia, solo con su esfuerzo, no dejando que los saqueadores se apoderarán del país y luchando sólo por y para la libertad. Los egipcios se merecen la libertad soñada y añorada. La plaza Tahrir, que significa Liberación, ha hecho honor a su nombre.

Egipto ha ganado la primera batalla pero no la guerra contra el despotismo. La lucha deberá continuar y nadie sabe que deparará el futuro, pero hoy la palabra esperanza resuena en el corazón de los egipcios y de todos aquellos que se alegran por su esfuerzo.

Aprovecho para suscribir las palabras de Obama, "los egipcios han cambiado a su país y al hacerlo han cambiado el mundo". Se han rebelado contra un régimen que se apropiaba de todos los recursos del país, turismo, la inmensa belleza de la civilización egipcia, sus playas paradisíacas y el Canal de Suez, entre otros muchos, activos que podían enriquecer al país, pero que eran hurtados al pueblo por el Gobierno.

Han demostrado, al igual que hicieran los tunecinos que de nada sirve la prosperidad de un país, los resultados macroeconómicos excelentes, si los beneficios no llegan a la población y se reparten entre un líder y su familia o una casta elitista. Esto debe ser un "aviso a navegantes" que deberían tener en cuenta todos los líderes de todos los países del mundo.

¡Viva Egipto libre!