sábado, 29 de enero de 2011

El desprecio de la derecha por la democracia

Hace unos días, se vieron de nuevo muestras del desprecio que tienen los líderes políticos de la derecha por la democracia.

Al respecto de Mariano Rajoy, persona que se ha mostrado sumamente incómoda desde 2.004 por no acceder a la presidencia del Gobierno, visiblemente molesto con el sistema democrático que le ha mandado dos veces a la oposición, demostró recientemente su apuesta por no explicar que pretende hacer cuando llegue al Gobierno. En la macroconvención de Sevilla, con todos los fastos de quién se ve ya como presidente, se negó a decir ninguna de sus medidas, diciendo que va a solucionar el paro creando empleo (vaya, como no se le había ocurrido a nadie antes). Y Zapatero mientras empeñado en destruirlo. Pero de como se crea empleo, ni hablamos. Grandes medidas.

El lunes siguiente, en la entrevista que le hicieron en Antena 3, aburrida como poco, en la que sólo dijo generalidades, se descubrió al decir que lo primero que haría cuando llegase al Gobierno llamaría a todo el mundo para contarle su plan para salir de la crisis. Lo cuál quiere decir que no tiene ninguna intención de contarlo antes de salir elegido, en el programa electoral y eso, que los ciudadanos que le van a llevar al sueño de su vida, la presidencia del Gobierno, no tienen derecho a saber que van a votar ni que les espera.

Así demuestra Mariano Rajoy su amor por la democracia.

Otro ejemplo más: Aníbal Cavaco Silva, el candidato portugués de la derecha a la presidencia y actualmente reelegido presidente de Portugal, dijo que el país no se podía permitir el coste de una segunda vuelta de las elecciones. De ahí a decir que la democracia es un coste innecesario sólo va un paso.

1 comentario:

CHIFREW dijo...

Tío, esta entrada es una falta de respeto para cualquiera con dos dedos de frente (al margen de su ideología).

1.- La campaña electoral aún no ha comenzado.
2.- No exponer un programa, sería una torpeza y una temeridad electoral, pero NO un desprecio hacia la democracia. Se supone que es el ciudadano quién decide a quién le da su confianza en base a su programa.
3.- Quien manda a la oposición no es, como tú dices, un sistema democrático, sino los votantes.
4.- Tachas a Rajoy de poco demócrata, al tiempo que reconoces su resignación a ser oposición, tal y como decidieron los votantes.

Vaya lío que tienes, colega!