Por fin, hemos recibido todos los españoles la mejor noticia de la democracia, desde la aparición de la misma: ETA deja las armas.
Esta es una noticia que todos debemos celebrar con gran alegría y más en las circunstancias que se ha producido. El cese de la "actividad armada" se produce a raíz de una tregua unilateral en la que la organización terrorista no ha conseguido ninguno de sus objetivos: ni autodeterminación, ni territorialidad, ni amnistía ni siquiera acercamiento de presos. Lo hace desde la convicción y desde su aceptación, incluso de resignación, de que no tiene más remedio.
Los españoles eramos escépticos con la Comisión Internacional y la subsiguiente Conferencia de Paz de San Sebastián, liderada por el abogado sudafricano Brian Currin, pero al final, ya sea porque les han convencido o porque era el traje que necesitaban para llegar a este punto, ha sido efectiva.
En este punto quiero agradecer a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad su lucha incansable junto a miles de ciudadanos contra el terrorismo etarra y mi mas sentido homenaje a todos los demócratas que han sido víctimas del terrorismo, a sus familiares y ha toda persona que haya visto sus libertades coartadas por ser y pensar como lo hace.
Pero quiero dedicar un especial agradecimiento a varias personas: al juez Garzón y sus colaboradores, por su gran estrategia para acabar con el apoyo de ETA por parte de organizaciones satélites y su financiación, a la lucha capitaneada por Alfredo Pérez Rubalcaba para acabar con el terrorismo desde el Estado de Derecho, a Zapatero y este Gobierno por haberse quemado por la paz y ser uno de los grandes responsables del fin de la actividad terrorista y a Patxi López y al PSE y el PP Vasco por su generosidad y su esfuerzo diario en la lucha contra el terror y defensa de aquellos que no pueden expresarse por el miedo y porque sin ellos en la lehendakaritza quizás no hubiésemos llegado a este punto.
Su rendición no ha sido flor de un día, pero su asfixia económica, la reducción de sus efectivos en libertad, el desmantelamiento de sucesivas cúpulas etarras y la pérdida de apoyos en la sociedad vasca (su principal sustento) consecuencia de la ruptura de la tregua, el camino estaba marcado, pero lo que les decidió a dar el paso fue el extraordinario resultado de las últimas elecciones municipales y la posibilidad de ser una fuerza de gran peso en el Parlamento Vasco lo que les ha hecho dar el paso.
Pero no nos engañemos, aún no hemos llegado al fin, aún queda la entrega de armas y su disolución definitiva, pero a menos que se cometa un error mayúsculo (como prohibir Amaiur) la senda esta trazada, y el camino es irreversible.
Todos debemos felicitarnos por el hecho, por la victoria de la democracia y la llegada de un nuevo tiempo nuevo y mejor dónde no haya que mirar debajo de los coches ni llevar escolta. Es el momento de disfrutarlo.
P.D. Este fin de semana hemos tenido dos grandes noticias del otro lado del mediterráneo: por fin hay elecciones en Túnez y se ha acabado la guerra de Libia. Los primeros frutos de una primavera árabe que ha iluminado al mundo.
Esta es una noticia que todos debemos celebrar con gran alegría y más en las circunstancias que se ha producido. El cese de la "actividad armada" se produce a raíz de una tregua unilateral en la que la organización terrorista no ha conseguido ninguno de sus objetivos: ni autodeterminación, ni territorialidad, ni amnistía ni siquiera acercamiento de presos. Lo hace desde la convicción y desde su aceptación, incluso de resignación, de que no tiene más remedio.
Los españoles eramos escépticos con la Comisión Internacional y la subsiguiente Conferencia de Paz de San Sebastián, liderada por el abogado sudafricano Brian Currin, pero al final, ya sea porque les han convencido o porque era el traje que necesitaban para llegar a este punto, ha sido efectiva.
En este punto quiero agradecer a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad su lucha incansable junto a miles de ciudadanos contra el terrorismo etarra y mi mas sentido homenaje a todos los demócratas que han sido víctimas del terrorismo, a sus familiares y ha toda persona que haya visto sus libertades coartadas por ser y pensar como lo hace.
Pero quiero dedicar un especial agradecimiento a varias personas: al juez Garzón y sus colaboradores, por su gran estrategia para acabar con el apoyo de ETA por parte de organizaciones satélites y su financiación, a la lucha capitaneada por Alfredo Pérez Rubalcaba para acabar con el terrorismo desde el Estado de Derecho, a Zapatero y este Gobierno por haberse quemado por la paz y ser uno de los grandes responsables del fin de la actividad terrorista y a Patxi López y al PSE y el PP Vasco por su generosidad y su esfuerzo diario en la lucha contra el terror y defensa de aquellos que no pueden expresarse por el miedo y porque sin ellos en la lehendakaritza quizás no hubiésemos llegado a este punto.
Su rendición no ha sido flor de un día, pero su asfixia económica, la reducción de sus efectivos en libertad, el desmantelamiento de sucesivas cúpulas etarras y la pérdida de apoyos en la sociedad vasca (su principal sustento) consecuencia de la ruptura de la tregua, el camino estaba marcado, pero lo que les decidió a dar el paso fue el extraordinario resultado de las últimas elecciones municipales y la posibilidad de ser una fuerza de gran peso en el Parlamento Vasco lo que les ha hecho dar el paso.
Pero no nos engañemos, aún no hemos llegado al fin, aún queda la entrega de armas y su disolución definitiva, pero a menos que se cometa un error mayúsculo (como prohibir Amaiur) la senda esta trazada, y el camino es irreversible.
Todos debemos felicitarnos por el hecho, por la victoria de la democracia y la llegada de un nuevo tiempo nuevo y mejor dónde no haya que mirar debajo de los coches ni llevar escolta. Es el momento de disfrutarlo.
P.D. Este fin de semana hemos tenido dos grandes noticias del otro lado del mediterráneo: por fin hay elecciones en Túnez y se ha acabado la guerra de Libia. Los primeros frutos de una primavera árabe que ha iluminado al mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario